lunes, 23 de noviembre de 2009


Matriz extracelular.

La matriz extracelular en los tejidos animales es de suma importancia y varía de tejido a tejido, siendo parte también de la especialización hacia órgano.

Hay diferentes tipos de matriz extracelular y puede que cada una sea totalmente diferente en sus componentes o que sean muy similares pero esten ubicados en diferentes órganos o tejidos del cuerpo.

En el hueso existen fibras de colágeno tipo I inmersas en una matriz de cristales de fosfato cálcico (suponen dos tercios del peso seco del hueso). Ambos elementos aportan al hueso sus propiedades: el colágeno la elasticidad para que no sea frágil y los cristales de fostato cálcico su dureza. Contiene diversos tipos de proteoglucanos y de glucoproteínas, en menores proporciones, aunque muy importantes para la organización del colágeno, las mineralización y reabsorción del hueso.

El suero sanguíneo es una matriz extraordinarimente especializada, donde más del 90 % del peso corresponde al agua, es el elemento que rodea a las células sanguíneas. La proteína más abundante del suero es la albúmina, cuya principal misión es mantener una presión osmática correcta entre el interior de los vasos sanguíneos y los tejidos que los rodean, por ejemplo evitando la formación de edemas. Otras proteínas abundantes son las γ-inmunoglobulinas, anticuerpos del sistema inmune, y otras sin activadad defensiva como son las α- y β-globulinas. Éstas últimas sirven para transportar determinados productos como el hierro o el cobre. En el suero aparecen moléculas como la fibronectina que se pueden intercambiar con el tejido conectivo que rodea a los vasos sanguíneosa. El fibrinógeno presente en el suero es una molécula esencial para la coagulaciún de la sangre. Las demás moléculas de bajo peso molecular se pueden encontrar en los tejidos circundantes puesto que atraviesan libremente los capilares sanguíneos.

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